top of page

No es amor, es una herida (Carl Jung)

Actualizado: 16 jul

A veces no entendemos por qué ciertas frases, gestos o actitudes nos duelen tanto. No se trata exactamente de esa persona, sino de algo más profundo: una herida que se activa. Una parte interna que se siente no vista, no elegida, no suficiente.

Eso que sentimos en momentos de angustia, ansiedad o confusión no es amor. Es una herida que aún no fue mirada de frente.

Una herida que quizá arrastramos desde hace tiempo.Y cuando alguien no nos da lugar, se aleja o es ambiguo, sentimos que tenemos que hacer un esfuerzo extra para ser queridos, reconocidos, validados.

No siempre se trata de una relación amorosa. A veces es un vínculo puntual, una mirada, una situación que remueve algo viejo. Algo que no sanó del todo.

A mí me pasó: actitudes pequeñas me dolían demasiado.Y entendí que no era eso en particular, era todo lo que traía detrás. El eco de no sentirme suficiente. La creencia de que tenía que ganarme el amor. La esperanza de que, si justificaba el rechazo, algún día todo iba a cambiar.Y no.

No tiene que ver con el otro. Tiene que ver conmigo. Con cómo interpreto lo que pasa. Con lo que necesito revisar adentro.

Cuando no me reconozco, cualquier gesto que se parezca al abandono se vuelve gigante. Y si no veo mi valor, empiezo a depositarlo afuera. En manos de quienes no tienen por qué sostenerlo.

No es amor lo que me hace sentir vacía, confundida o ansiosa. Es una herida que pide ser vista. Que necesita cuidado.

Y la única que puede dárselo… soy yo. Con presencia. Con ternura. Con verdad.

Cuando entiendo que no es amor, sino una herida, también entiendo que puedo dejar de esperar que algo afuera cambie…Y empezar a transformar, de a poco, lo que sí depende de mí.


Gracias por estar del otro lado,


Ceci de NutriWellness

Conectá con vos. Nutrite. Viví mejor. 🌿


ree

Comentarios

Obtuvo 0 de 5 estrellas.
Aún no hay calificaciones

Agrega una calificación
bottom of page