Relaciones sanas: el alimento que no se ve pero se siente
- nutriwellnesslife
- 14 abr
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 7 may
Durante mucho tiempo me interesé por la alimentación. Estudié, investigué, aprendí sobre nutrición, glucosa, inflamación, ansiedad, hormonas. Empecé a cocinar más casero, a tomar agua, a elegir mejor.
Pero había algo que me dejaba agotada igual. Algo que no estaba en el plato, pero sí en mi día a día: mis vínculos.
Las relaciones también nutren. O desgastan. Y no hay jugo verde que compense una relación que te drena.
💫 Y así como aprendí a leer etiquetas y limpiar la alacena, también entendí que necesitaba hacer espacio en mis vínculos. Soltar algunas relaciones, poner límites en otras, y quedarme con aquellas que me devolvían presencia, no exigencia. Porque el bienestar también se construye en ese tipo de limpieza: la que no se ve, pero se siente.
¿Cómo saber si un vínculo me hace bien? Aprendí a preguntarme cosas simples:
¿Puedo ser yo misma con esta persona? ¿Me siento escuchada o juzgada? ¿Siento paz o tensión después de estar con ella/el? ¿Hay un ida y vuelta real, o siempre doy más de lo que recibo?
No se trata de buscar personas perfectas. Sino de permitirme elegir vínculos donde haya cuidado mutuo, verdad y respeto.
¿Y cómo se ve una relación sana? No siempre es fácil verlo, sobre todo si venís de relaciones donde lo tóxico se disfrazaba de amor. Pero cuando empezás a sanar, notás que una relación sana no te apura, no te confunde, no te exige.
Te acompaña. Te alienta. Te da lugar a ser. Y también te invita a crecer, aunque a veces incomode.
También me di cuenta de algo importante… No puedo tener relaciones sanas si no tengo una relación sana conmigo. Y eso no significa estar siempre bien. Significa escucharme, validarme, poner límites, descansar, pedir ayuda, no exigirme más de lo que puedo.
Porque lo que tolero afuera muchas veces está ligado a lo que permito adentro.
Relaciones y bienestar: todo está conectado. Comer mejor me ayuda a estar más clara. Estar más clara me permite vincularme desde otro lugar. Y cuando tengo relaciones que me nutren, me dan más ganas de cuidarme. Es un círculo. Uno que puede empezar por cualquier lado.
Si hoy estás revisando tus vínculos... Que sepas que no estás sola. Es un proceso. A veces duele. A veces da miedo. Pero también abre espacio para lo nuevo, lo sano, lo que sí.
Y sí, también es parte de tu bienestar.
Gracias por estar del otro lado,
Ceci de NutriWellness
Conectá con vos. Nutrite. Viví mejor. 🌿

Comentarios